Un domingo sin lunes

Los espectadores de teatro ya tenemos síndrome de abstinencia. Nuestros «dealers» han hecho todo lo posible por no dejarnos morir y proveernos de buen contenido y han diseñado toda clase de estrategias por permanecer y, de paso, subsistir, con mayor o menor éxito. Todos sabemos, no obstante, que no es lo mismo ver una obra…

Tu voto: