Reflejos- obra de teatro

reflejos 1En muchos libros de narrativa y puesta en escena se habla de tres elementos fundamentales de las historias: Situación, acción y personajes.  Las tres son fundamentales para el desarrollo de la trama y, cuando uno de las tres se limita al máximo, los otros dos suben en fuerza e intensidad.

Fotografía: espacioodeonbog (Instagram)
Fotografía: espacioodeonbog (Instagram)

Esto es lo que pasa con la obra «Reflejos» que se estrenó este fin de semana en «Espacio Odeón» un interesante lugar en el centro de Bogotá, que promueve las artes plásticas y escénicas. La obra, escrita y dirigida por Matías Feldman y codirigida por Victoria Hernández, presenta la historia de cinco personajes conectados por la tragedia en dos entornos diferentes: el familiar y el laboral que, por obra y gracia de una puesta en escena minimalista, se combinan en una propuesta dinámica.  Los actores se acomodan en medio del público que está dispuesto a ambos lados del «escenario» que, de esta manera, está constituido por solo dos paredes y algunos cajones «multiusos» que permiten, al mejor estilo del «Dogville» de Von Trier, que los espectadores imaginen el resto del decorado.
Aunque al inicio de la obra molesta un poco la cantidad de diálogos y la tonalidad afectada de los actores, pronto comprendemos que se trata de un entorno corporativo en donde los silencios se suelen tapar con palabras vacías y las buenas maneras a menudo reemplazan la honestidad.  En ese entorno, sin embargo, hay un personaje que rompe por su aparente falta de moral y sentimientos (Lucrecia Morgan) que, a diferencia de sus compañeros, no intenta agradar ni suavizar sus palabras. La obra inicia con su monólogo frente a un imaginario psiquiatra y constituye el hilo conductor de una tragedia en la que ella podría ser víctima, victimaria, o ambas cosas.
Un componente mágico se introduce con el delirio de Alicia, la madre del jefe, y la historia logra que, como espectadores, creamos en el poder de ese hecho y todo el tiempo nos preguntemos por el significado de sus proféticas afirmaciones. A la manera de un buen «McGuffin», sus palabras pueden estar cargadas de sentido, o tal vez solo sean el detonante para el desenlace.
Llama la atención la ausencia de silencios y la falta de pausa en la puesta en escena en la que, desde mi posición de cinéfilo, pude ver actos que se sobreponen unos a otros como en un perpetuo fundido encadenado, en el que la ausencia de elementos de utilería es clave para construir espacios sobre otros.  
La obra está llena de diálogos dichos muchas veces de corrido y sin intención, pero no es en las palabras en donde está la fuerza de la obra, si no en lo que los personajes no dicen (su subtexto) que empieza a aparecer con más fuerza a medida que la tragedia avanza.  En definitiva, estamos frente a una propuesta que prescinde de un decorado fastuoso para concentrarse en los actores y su interpretación, una obra en la que el espectador es clave para completar aquello que solo se nos sugiere.

FICHA TÉCNICA:
Dramaturgia y dirección: Matías Feldman
Codirección: Victoria Hernández
Reparto: Esmeralda Pinzón, Anderson Balsero, Angélica Blandón, Alejandro Aguilar y Victoria Hernández
En temporada del 13 de agosto al 5 de septiembre jueves a sábado 8 pm
Espacio Odeón, Centro Cultural, Cra 5 # 12c 73, Bogotá

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