Black Mirror es una de las series más interesantes de los años más recientes. A diferencia de muchas series que enganchan y se prestan para hacer adictivas maratones, esta producción británica de Netflix es para degustar con calma, para pensar en cada episodio y, yendo más lejos, reflexionar sobre la sociedad actual y el futuro cercano.
Para muchos, la serie ha ido más lejos y en muy poco tiempo ha logrado predecir acontecimientos que van más allá del simple avance tecnológico y para otros no es más que una visión distópica y entretenida del futuro cercano. Al tratarse de una serie sin continuidad entre capítulos, es inevitable que muchos queramos manifestar cuáles son nuestros episodios favoritos y los que no lo son.  Lo interesante en el caso de Black Mirror es notar que el episodio favorito de alguien puede ser odiado por otro, lo que, en general, habla de un buen nivel promedio y que puede llegar a públicos con gustos muy distintos entre sí.  No pretendo, por lo tanto, que ustedes compartan mis apreciaciones y, por eso, no hablo de los mejores y peores capítulos, aunque algo de eso también habrá.
a serie evita deliberadamente caer en el cliché futurista y, por el contrario, presenta una estética y una narrativa decididamente realista y en donde las diferencias entre presente y futuro suelen ser sutiles y verosímiles. En mi caso, prefiero los capítulos enfocados en las interacciones humanas mediadas por la tecnología y que parten de problemas reales o potenciales que podemos ver desde nuestro presente.

A continuación, comparto mi lista de episodios favoritos y menos favoritos (si no los ha visto, absténgase de leer, alerta de SPOILER) y comentaré las razones para mis 3 favoritos y menos favoritos:

MIS FAVORITOS (mejor a peor):

1- Ahora mismo vuelvo.
La tragedia es el punto de partida para este excelente episodio de la segunda temporada. La posibilidad de vencer a la muerte por medio de la tecnología y mantener a nuestro lado a los seres queridos, o a sus imágenes, es una tentación irresistible. Además de la reflexión sobre el amor y la muerte, este episodio habla de la inteligencia artificial para hacernos pensar en lo que somos como personas y en lo que nos hace únicos y especiales a cada uno. Una historia frente a la que es difícil permanecer indiferente.

2- Toda tu historia.
La primera temporada de Black Mirror ya anticipaba muchos de los temas que serían recurrentes en las temporadas posteriores y uno de ellos es la obsesión de controlar y poseer lo que queremos. Este episodio nos muestra las consecuencias del control excesivo y la pérdida de la confianza.  Abordando el tema de la tecnología biónica y de la vigilancia por medio de dispositivos electrónicos, este capítulo es un gran llamado de atención sobre la pérdida de la privacidad.

3- Caída en picado.
Con una paleta de colores pastel y una atmósfera idílica que poco a poco se va tornando más oscura, este episodio inicia con una visión extrema y enferma de las redes sociales en donde las interacciones y la reputación virtual se trasladan al mundo real, abriendo y cerrando puertas.  Las relaciones humanas se convierten entonces en una transacción y la vida en un espejismo de éxito, construido para los demás. Este capítulo es quizás el más actual, un gran espejo en el que casi todos podríamos mirarnos.

MIS MENOS FAVORITOS (peor a mejor):
1- Cabeza de metal.
Este capítulo de la última temporada ha sido uno de los más criticados por los seguidores de la serie y no es para menos pues, aunque se midió a un género que no se había visto antes (el terror) y se grabó en blanco y negro,  se queda en la pirotecnia de una historia tipo Terminator sin el trasfondo del clásico de Cameron y se torna aburrido y repetitivo.  La historia es sobre una mujer que escapa de una máquina que todo lo puede ver. Nada más.

2- Cocodrilo.
Aunque este capítulo de la cuarta temporada explora un género que suele suscitar interés, el thriller, la trama es confusa y poco elaborada.  A diferencia de la mayor parte de los capítulos de la serie, los personajes de este episodio no generan ningún tipo de empatía y sus acciones son una suma de consecuencias de la acción inicial, en general predecibles y poco interesantes. Como caso policial está lleno también de vacíos y lo único que se rescata es la idea de un aparato para revisar los recuerdos que, no obstante, tampoco es original de la serie.

3- Oso blanco.
Aunque toca un tema muy interesante, el de los reality shows y el público actual sediente de contenido escandaloso, solo destapa sus cartas al final del capítulo después de una intriga vertiginosa que daría para más.  La historia es bastante plana y, salvo el giro final, está por debajo del promedio.

Aunque es evidente que la temporada 4 quedó en deuda, esta serie nos está mostrando un panorama oscuro que también debe ser una alerta sobre el manejo que le damos a la tecnología.  El espejo negro al que hace referencia el nombre es el de las pantallas de nuestros dispositivos, las mismas que podríamos apagar de vez en cuando para volver a mirarnos a los ojos.