El fin de una Era

En un continente como América Latina en donde los ritmos populares y fiesteros son la ley y en donde la comedia popular gusta y es exitosa, el grupo cómico musical Les Luthiers ha sido la gran excepción y el referente cuando de humor fino se trata.  Siempre vestidos impecablemente, con un poderoso conocimiento musical y una habilidad sinigual para crear toda clase de extravagantes y novedosos instrumentos (por algo se denominan luthiers), Les Luthiers llevó el humor a otro nivel y se convirtió en un referente obligado para varias generaciones de espectadores cansados del humor fácil y grotesco. Hoy ha fallecido Marcos Mundstock, la voz (literalmente) de este emblemático grupo.

Qué dijo Marcos Mundstock en el Congreso Internacional de la ...
Marcos Mundstock (1942-2020). QEPD.

Aunque iniciaron siendo prácticamente un grupo de cámara con guiños de humor, bajo la dirección de Gerardo Masana, quien falleció prematuramente, poco a poco lograron un equilibrio perfecto entre música y humor cargados de textos inteligentes y juegos de palabras.  La erudición de algunas de las obras pasaba inadvertida entre chistes blancos y apuntes visuales en un grupo que siempre se ha caracterizado por puestas en escena armónicas y sincronizadas (buen timing, que llaman ahora). La generación de Jorge Maronna, Ernesto Acher, Carlos Núñez Cortés, Marcos Mundstock y Daniel Rabinovich nos obsequió obras maestras como «Cantata del adelantado don Rodrigo Díaz de Carreras», «Televicio», «La gallina dijo eureka» y «El rey enamorado».
Aquí uno de los célebres duelos entre Mundstock y Rabinovich:

Como no soy historiador y en publicaciones electrónicas e impresas se puede encontrar gran cantidad de datos biográficos de este maravilloso grupo, me limitaré a compartir mi historia personal con «Les Luthiers» que puede ser parecida a la de muchos.  Conocí a este grupo por los discos que mis tías escuchaban y de los que nos reíamos recreando en nuestra mente las imágenes del África de «cartas de color», de la célebre Universidad de Wildstone o del bergantín donde cantaban las majas. Los discos me mostraron la maestría del grupo, aunque siempre tuve que imaginar lo que ocurría entre tiempos en los que solo se oían las carcajadas del público. Con mi hermano Mauricio me aficioné al grupo (me obsesioné) y montamos para fiestas familiares y campamentos de los scouts algunas de sus más emblemáticas obras. Debo decir que muchos amigos y familiares también conocieron ese grupo por nosotros y que, más de 30 años después, nos recuerdan como el duo que «hacía la gallinita».
En mi grado de bachillerato solo quería una cosa: asistir, por primera vez, a un recital del mítico grupo. Y allí pude estar, en el Teatro Pablo Tobón Uribe de Medellín disfrutando con mi mamá de su espectáculo. Cinco años después se dio la feliz coincidencia de que regresaron a Medellín en la época de mi grado de universidad y allí estuve, una vez más, disfrutando de su música y sus ocurrencias.
Hace cuatro años los vi por última vez. Más que un recital, aquello parecía un concierto de rock con un público aplaudiendo y celebrando un libreto que conocía enteramente y que casi recitaba con los actores. Hacía poco había fallecido el más gracioso de todos, el niño grande, Daniel Rabinovich, un clown maravilloso que, desde el típico truco de hacerse el tonto, hacía un gran contrapunto a la seriedad y respeto que producía Mundstock.
Como grupo «Les Luthiers» siempre funcionó muy bien, pero la pareja cómica por excelencia fue Mundstock-Rabinovich. El tamaño de Rabinovich no hizo posible que fuera reemplazado por un solo actor y en aquel recital fue reemplazado por Roberto Antier y Tomás Mayer (uno en la parte musical y otro para la comedia); ambos fueron excelentes pero no eran Rabinovich. No sé si «Les Luthiers» decida continuar, pero claramente no será lo que era. No se puede pensar en «Los Beatles» sin Lennon, en «Queen» sin Mercury o  «Rolling Stones» sin Jagger y Richards.
Hace exactamente un año, en abril de 2019, Marcos Mundstock fue invitado a participar como conferencista en el Congreso de la lengua española y, para nuestra fortuna, envió un video que demuestra su agudeza y erudición para los juegos de palabras y el gran conocimiento que poseía de nuestro idioma.

Mundstock será, sencillamente, irremplazable. Descanse en paz, maestro, gracias por recordarnos que «todo tiempo pasado fue anterior».

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Como fan, en el último recital al que asistí de Les Luthiers (Bogotá, 2016).
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3 Comentarios Agrega el tuyo

  1. Hernán Sedrán dice:

    Hola Jerónimo. Son irremplazables. Veo a los reemplazantes y es tan raro! Hubiera preferido un retiro hace diez años con el conjunto original, o que hubieran pasado a cuarteto y luego a trío.

    Amo este grupo pero entiendo que creyeron que si se retiraban moría Les Luthiers… Y lo que han hecho es inmortal: como Chaplin, como la obra de Quino o como Cualquier otro artista de fuste. Abrazo desde Buenos Aires

    1. Así es. Su legado permanece y es triste ver la partida de esos seres tan queridos para todos sus seguidores. Da pesar, pero ahí siguen sus genialidades.

  2. Hernán Corujo dice:

    así es: el arte que te pone al costado del río del tiempo.

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