
Reseña de Entre fuego y agua
Hoy se estrena «Entre Fuego y Agua» un interesante documental colombiano que explora temas interesantes con respecto a las raíces, el legado y la identidad. La película, dirigida por Viviana Gómez Echeverry y Anton Wenzel, sigue la historia de Camilo, un indígena Quilllasinga en busca de sus raíces afrodescendientes. Es una coproducción de Viso Producciones con RTVC a través de su canal Señal Colombia, en asociación con Resguardo Indígena Quillasinga Refugio del Sol y Chicken & Egg Pictures.
Camilo ha vivido rodeado del amor de sus padres y hermanos, pero en su adolescencia resiente las burlas que vivió de niño y el rechazo directo o disimulado de su comunidad indígena por verse diferente a todos. Al cumplir su mayoría de edad, Camilo quiere buscar sus raíces y conocer detalles sobre su proceso de adopción, la identidad de sus padres biológicos y el lugar en donde nació. Esta incomodidad que experimenta al no sentirse totalmente aceptado, es interpretada también como rebeldía por los líderes de la comunidad que llegan a cuestionar la forma cómo fue educado por sus padres.
Las discusiones sobre su crianza como indígena y su sangre afrocolombiana aparecen a lo largo del metraje para retratar la exploración del protagonista sobre sí mismo y su propia identidad. A partir de la idea de indagar por su pasado, la película acompaña a Camilo y a su padre, un taita muy respetado por la comunidad, que lo adoptó cuando era bebé y lo educó bajo los principios de su legado Quilllasinga. Camilo ama a su familia y a sus hermanos pero siempre se ha visto, sentido y, en algunas ocasiones, sido rechazado como diferente por los miembros de su comunidad, a pesar de aceptar roles importantes como el de la guardia indígena; lo que genera resistencia en algunos de sus vecinos.
Camilo solicita autorización a sus mayores indígenas para ir en busca de sus orígenes y estos entienden la importancia de la misión apoyándolo y entendiendo en su diferencia algo que ellos también han vivido como excluidos eternos de la vida colombiana. La historia se configura como un viaje hacia el pasado para descubrir la esencia de la identidad de Camilo, sus raíces afrocolombianas representadas en el inmenso y simbólico mar de sus ancestros, muy lejos del sitio de su crianza, la sagrada Laguna de Cocha, un paraje frío y atravesado por ríos y montañas. Además de su interesante historia, se destaca una bien lograda dirección de fotografía y una música que se conecta con las tradiciones de cada una de las regiones que aparecen en la película.