Una vez más estoy aquí, en la fantástica Cartagena, dejando volar mi espíritu y descansar mi piel que llegará tanto o más blanca de lo que la traje, después de cinco días de broncearme en una sala de cine. Es inevitable recordar (se trata del FICCI «Somos lo que fuimos») que yo también soy hoy lo que fui, que me asomo por este festival desde 1998 religiosamente cada año (excepto un par de veces) y que siento una conexión tan intensa que hasta un texto escribí hace 8 años para una revista de Barcelona sobre la experiencia de asistir al festival, titulado «La cofradía de marzo y el encanto de ver cine en el caribe (que puedes leer aquí). En 17 años de venir al FICCI he asistido como realizador, cineclubista, profesor de cine, periodista, autor de libro, tallerista, jurado y, siempre, cinéfilo. Desde los tiempos ya remotos de la canción de «Flash» y la voz acartonada pero institucional de don Jaime González Manrique pidiendo, una vez más, que apagáramos el celular; hasta la pegajosa música caribeña al ritmo de la cuál bailan los personajes de todas las latitudes en el divertido video de presentación de la versión actual.
Comparto con ustedes mis anotaciones personales sobre las películas que voy viendo en el festival. Omitiré comentarios sobre la organización, la logística o las fiestas que se estén perdiendo, por respeto a los lectores que no están aquí en Cartagena disfrutando del inolvidable FICCI 55. DÍA 1: El elefante desaparecido- Javier Fuentes León (Perú, 2014) La película juega en clave de género para presentar una historia de detectives con un buen look pero floja en su planteamiento y, lo que es más grave, en la construcción del caso. El relato es forzado y exageradamente truculento y el desenlace pretendidamente enigmático, deja mucho que desear. Todos se van- Sergio Cabrera (Colombia, 2015) Ya había visto esta película en Bogotá y escribí una reseña en la página del Círculo Bogotano de Comentaristas y Críticos, que pueden leer aquí. El hombre de las multitudes- Marcelo Gómez y Cao Guimaraes (Brasil, 2013) Es realmente injusto hacer una reseña de esta película, porque me dormí en la sala. Pero es más injusto aun dormir en una película tan interesante como esta. La única razón de mi sueño incontrolable, doy fe, son los días de mucho trabajo y poco sueño anteriores al FICCI. Lo que alcancé a ver en diapositivas (imágenes esporádicas) me pareció sumamente interesante, una gran reflexión sobre la soledad con una innovación técnica que cuesta incorporar: Toda la película está hecha en formato vertical, lo que implica composiciones poco vistas e intersantes. DÍA 2:

PREMIOS INDIA CATALINA A LA TV NACIONAL Por tercer año consecutivo asisto a los premios de televisión en calidad de miembro del Comité Técnico de los premios. El precio de mi boleta son más de 300 productos televisivos que he visto en un poco más de un mes pero, realmente, se trata de una excelente experiencia que me ha permitido conocer con mucha precisión el nivel de la calidad de la televisión colombiana en todos sus géneros, formatos y canales. La ceremonia 2015 ha sido una de las mejores: Artistas de primer nivel, momentos emotivos (como el premio póstumo a Alberto Valdiri, la presentación de un grupo de niños vallenateros y el homenaje a los artistas que han fallecido este año), clips divertidos y originales para presentar los premios y mucho más dinamismo que en años anteriores.

DÍA 3: El día 3, que podría ser realmente mi primer día FICCI, pude ver cuatro películas interesantes: Last days in the desert- Rodrigo García (USA, 2015) La más reciente obra de García (quizás el más exitoso director de cine colombiano de todos los tiempos) es una visión humana e interesante de la agonía de Jesús en el desierto. Huyendo a los lugares comunes de las películas típicas de Semana Santa, García presenta un relato pausado en donde el protagonista (que también es el antagonista) encuentra en una familia el espejo de su propia situación «familiar» en su relación con el padre eterno y con sus demonios interiores que lo hacen dudar de su misión mesiánica. Sobresale una dirección de fotografía que contribuye a la historia y una puesta en escena sobria y medida. Cord- Pablo González (Francia-Alemania-Colombia, 2014) La propuesta de González se basa en una atmósfera de ciencia ficción postapocalíptica centrada en las difíciles condiciones humanas de personajes sin esperanzas. La cámara se pasea por una locación desagradable en la que los personajes desarrollan acciones aun más desagradables en medio de la basura, como recurso para reflexionar sobre la dimensión afectiva de los seres humanos en las situaciones más extremas y sobre los límites del amor y el placer. Cord es, sin duda, una propuesta interesante y una película que podría llegar muy bien a públicos concretos y convertirse, por que no, en película de culto. Se destaca un manejo muy cuidado de la cámara y un montaje bien logrado. Hizo falta un guion más sólido para que terminara de contar la historia que el director quería y no diera la sensación por momentos de que se trata de un cortometraje que se alargó o un largo que no se ha terminado. Hierro 3- Kim Ki Duk (Corea del Sur-Japón, 2004) El festival rindió un merecido homenaje a uno de los mejores directores de cine asiáticos de nuestros tiempos: Kim Ki Duk, y para hacerlo presentó uno de sus más hermosos largometrajes: Hierro 3. Se trata de una lección completa de narrativa y cinematografía. Una película medida, en donde no falta ni sobra nada (incluyendo el uso de los diálogos), un dulce homenaje al amor no exento de conflicto. Con gran poesía, el director logra un retrato intenso de los personajes y la historia para plantear una metáfora sobre la presencia de los seres que amamos en nuestras vidas. El silencio del río- Carlos Tribiño (Colombia-Uruguay, 2015) Desde la legendaria El río de las tumbas (Luzardo, 1964), un rio no cobraba tanta importancia para el cine colombiano. La película de Tribiño tiene varios y sobrados méritos para ser tenida en cuenta como una buena alternativa colombiana en 2015: Una narración con tiempos paralelos que se entrelazan para contar una tragedia en dos tiempos; un relato intenso y dramático enmarcado en la dura situación de violencia que lamentablemente han vivido nuestros campesinos y una mirada honesta al conflicto armado colombiano contada desde las voces que más importan: Las de las víctimas. La película plantea una dirección de fotografía que resalta la atmósfera fría de una historia desarrollada en tierra caliente (en varios sentidos) y una fuerte presencia de los animales que son los mudos testigos de una tragedia anunciada. DÍA 4

Tiempo perdido- Alexander Giraldo (Colombia, 2015): Las películas corales siempre andan al filo de la navaja por su estructura: O atrapan con cada una de las historias y sus fascinantes personajes o son desiguales y no conectan con el espectador. En esta última película de Alexander Giraldo, la historia coral se pierde debido a la falta de conexión entre los personajes y entre estos y el espectador. A pesar de que los personajes tienen gran potencial, se pierde la esencia de la película por la falta de un hilo conductor. En mi humilde opinión, mejoras en el proceso de montaje remediarían algunos de sus problemas, porque tiene momentos e historias destacables. No todo es vigilia- Hermes Paralluelo (España, 2014) Si Amor de Michael Haneke le pareció una película lenta, prepárese para una película a un ritmo tan pausado como tedioso. Se entiende que el tono documental de esta historia requiere de estos tiempos, pero no es una película para estar a media marcha, pone a prueba nuestra atención. Los personajes son hermosos y algunos diálogos memorables, pero la esencia de la historia se pierde en el exceso. Creo que como cortometraje habría tenido un impacto mucho mayor. La mujer de barro- Sergio Castro (Chile, 2015) A pesar de su ritmo lento y contemplativa, esta película logra conectar a los espectadores al presentar una historia cotidiana, logrando exaltar la labor de millones de mujeres que en América Latina trabajan en terribles condiciones para sacar adelante a su familia, soportando toda clase de vejámenes. Se destaca la gran actuación de Catalina Saavedra que, al igual de su papel en La Nana de Sebastián Silva, logra ir escalando en intensidad hasta pasar de ser casi gris a adquirir un papel activo y de carácter. Aquí pueden ver mis diarios del FICCI en versiones anteriores: 2014, 2012, 2011, así como mi entrevista a Williem Dafoe y mi texto Festivaliar: un verbo para cinéfilos.
estuvo increible ese festival !!